En un caso que parece sacado de una película, dos monjas espñolas fueron detenidas el jueves 28 de noviembre en la localidad de León, al noroeste del país .Las involucradas, figuras anónimas, pertenecían a la Orden de las Hermanas Clarisas, y no es la primera vez que protagonizan titulares. Hace apenas unos meses, en agosto, se hicieron famosas tras rechazar al Vaticano y ser excomulgadas. Hoy, su historia suma un capítulo aún más explosivo. Y fueron identificadas como Laura García de Viedma, conocida en la vida religiosa como sor Isabel de la Trinidad y ex abadesa del convento, y sor Paloma, cuya identidad civil no ha sido revelada. Ambas quedaron en libertad provisional mientras continúan las investigaciones.Mientras que un comprador de antigüedades también fue arrestado por su presunta participación en la red de venta de objetos valiosos. Según la Guardia Civil, los detenidos serían “presuntos autores de delitos de apropiación indebida agravada, al recaer en bienes de patrimonio histórico y receptación”.Las sospechas apuntan a que las religiosas extrajeron diversas piezas históricas del convento de Santa María de Bretonera para venderlas discretamente por internet a coleccionistas, especialmente en Madrid. Entre los objetos traficados destaca una figura de San Antonio de Padua del siglo XVII, que ya fue recuperada.


